sábado, 10 de mayo de 2014

Maten al mensajero

La expresión "matar al mensajero" proviene de la antigüedad, cuando a falta de muchos siglos para la intercomunicación total de los seres humanos, había que llevar los mensajes en persona. Si el mensajero era portador de malas noticias, ante la frustración de la realidad, se desahogaban y descargaban las iras, con quien había cometido el "delito" de comunicar. Cuando se recibe una crítica, lo común es intentar acallar a quien la haga, sea de la manera que sea. Entonces aparece el comportamiento violento, dialéctico en forma de amenaza, o el siguiente escalón, físico en forma de agresión. Y así piensan que todo arreglado. Entre seres inteligentes, no haría falta mencionar que eso no soluciona nada. Normalmente, la agresión o amenaza encierra la ira por la verdad descubierta. Se es consciente de que lo dicho es cierto y la verdad es algo en peligro de extinción. Es más cómodo no asumir nunca un error y culpar a otro. Algo muy sencillo. Reflexionar sobre si lo que se ha dicho de uno es cierto, no se contempla. Todo se ve como una afrenta, no se opta por pensar en si lo que se ha dicho puede ser cierto. En la era de internet, son los participativos foros, los que desencadenan importantes ataques de ira. Se suele caer en el juego infantil del teléfono estropeado. Me han dicho que ha dicho que dijo. El ofendido ni se molesta en leer y hace verdad lo que le cuenten, que encima normalmente se busca crear enrarecimiento falseando. Hay que asumir las críticas. Que se conciencie todo el mundo, que los festejos populares son algo público. La gente acude a ver actos públicos, bien sean gratuitos, bien abonando una entrada (lo que legitima mucho más una crítica). Y sobre todo aguantar, porque roza el surrealismo que haya que hablar aquí de la rimbombante libertad de expresión. Se tiene derecho a opinar y aunque se diga lo que no se quiere oír, pues toca aguantarlo o si no dedicarse a un oficio en el que no sea público el trabajo. Y es que decir que todo está bien, es mentir, así que igual que no felicitan a quien les alaba cuando toca, no tiene mucho sentido la molestia. ¿Cuándo alaba entiende y cuando critica no entiende? ¿Por qué se encolerizan algunos con lo que tachen a todas luces como falso? ¿Qué molestia le tiene que causar a nadie algo que no tenga ni pies ni cabeza? No tiene lógica enfadarse por algo que no tiene, según uno mismo, fundamentación. ¿Por qué llega el enfado entonces? No se dan cuenta que esas reacciones coléricas, no hacen si no dar la razón a quien los ha criticado. Cuando a alguien se le quiere callar por la fuerza, el motivo está claro. Cuando alguien dice lo que ha pasado, la culpa no es suya, es de quien lo haya hecho mal. saca tu conclusión!!