martes, 27 de mayo de 2014
El hombre y la hormiga
Se fue a pique un día un navío con todo y sus pasajeros, y un hombre, testigo del naufragio, decía que no eran correctas las decisiones de los dioses, puesto que, por castigar a un solo impío, habían condenado también a muchos otros inocentes.
Mientras seguía su discurso, sentado en un sitio plagado de hormigas, una de ellas lo mordió, y entonces, para vengarse, las aplastó a todas.
Se le apareció al momento Hermes, y golpeándole con su caduceo, le dijo:
-Aceptarás ahora que nosotros juzgamos a los hombres del mismo modo que tu juzgas a las hormigas.
Moraleja
Antes de juzgar el actuar ajeno, juzga primero el tuyo.
FÁBULA DE ESOPO.
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En un pequeño pueblo, existía una diminuta carpintería famosa por los muebles que allí se fabricaban. Cierto día las herramientas decidier...